
En lo personal en el transcurso de mi vida siempre me he cuestionado lo mismo . ¿Tiene sentido mi vida? . Y siempre he llegado a la misma conclusión, claro que sí. El sentido de la vida para mí está basado en la individualidad y en la capacidad de ser el artesano de mi propio destino.
Me he percatado que el sentido lo encuentro al tomar cierta distancia y contemplar las acciones y la realidad en su contexto. El sentido para mí presenta una gran condición racional. Mis opciones fundamentales, mis hábitos y mis actos se orientan hacia una misión y vocación que he estado construyendo últimamente, pues quiero que mi existencia se realice en el sentido adecuado, en la dirección justa.
Durante mi vida he adaptado a quienes me rodean a mis fines, volviendolos un medio para mi satisfacción inmediata, lo cual los rebaja a una condición de objetos, haciendo inviable mi propia actividad creativa. No se orienta uno en la vida cuando se deja llevar por cualquier tipo de vértigo, y es justo ahí dónde he desarrollado la mía, vertigos que al principio no exigen nada, prometen todo y lo quitan al final.
Formulada de forma general, la pregunta " ¿Tiene sentido mi vida?" no tiene una respuesta convincente, el sentido de mi vida brota a partir de la actividad creativa, a la cual me he limitado durante años . Sin embargo, el día de hoy estoy consciente que ésta actividad creativa sólo la encontraré en situaciones concretas que yo mismo pondré en mi camino. Cuando he ayudado a quien me necesita he visto cómo mi vida se llena de sentido hasta los bordes. En el encuentro personal auténtico, el sentido se hace palpable, denso, sugerente, reconfortante. !!
El amor es el factor más importante de mi vida, y sin embargo, el instinto ha hecho que pierda la orientación . Tener sentido equivale a estar orientado, y de alguna forma ésto no me ha permitido realizarme al 100% . El instinto humano no tiene la capacidad creativa que tanto menciono, más bien responde a un impulso y da lugar a un proceso de trayectoria prefijada : Comienzo, desarrollo y fin. Y en mi caso en un período muy corto de tiempo. ¿Tiene sentido alegrarse de vivir de forma tan desajustada al propio ser, tan ajena a sus mejores anhelos?. Creo que no.
Me he comportado como un hombre "light", he diseñado mi religión y mi moral, ésto me ha ayudado a llegar al agnosticismo por un lado y a la indiferencia por el otro. El objetivo de mi conducta siempre ha empezado y terminado en mí, en mis planes, mis metas y mis proyectos, alejado de los demás y de los intereses comunes, aunque nunca lo confiese ..
El peligro del subjetivismo y el individualismo han echado por tierra mis mejores pretensiones, y amenzan con forma de angustia, con nuevas prisiones, que en vez de liberarme me han encarcelado en un callejón sin salida.
Sin embargo cada día representa una nueva lección de vida, y la que he aprendido en el transcurso de éste año ha sido maravillosa, ha ampliado los criterios con los que interpretaba mi vida, mis pautas de conducta y la perspectiva desde la cual contemplo mi existencia.
Podría concluír que el sentido de mi vida, el día de hoy, es el reto de encontrarme a mí mismo, de vivir de amor, de trabajar con sentido y poseer cultura como apoyo, pues ésta me ayuda a vivir en la realidad y a saber a qué atenerme.. La felicidad del día a día la traduzco en ilusión, vivir hacia adelante, pensando en el mañana, con objetivos claros y concretos.
La desesperación es la fase del proceso de "vértigo" que precede a la destrucción de la propia personalidad. Para terminar de encontrar el sentido de mi vida y construir el proyecto de la misma recurriré al antídoto de la desesperación : la fé. Ésta no se reduce a una adhesión intelectual; implica entrega personal, vinculación y amor.
No puedo hacer más que sonreírle a la vida, pues ha sido maravillosa conmigo, y he encontrado lo más increíble en ella.