lunes, 21 de mayo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
Fuego
Supongo que el mal es algo relativo. Siempre he evitado hacerle a los demás lo que sé que me haría daño a mí, sin embargo olvidé que con el pasar de los años las cosas que me hacen daño han ido cambiando, alejándose cada vez más de lo convencional. Hoy sé que he hecho a los demás mucho mal, he ignorado sus emociones y las he reducido inconscientemente a simples satisfactores de mis necesidades temporales.
Siempre he repetido "No busco una relación superficial", mas pocas veces he cuestionado lo que éso en realidad implica. Creo que nunca he buscado estar con alguien para presumir, o para ir a fiestas importantes, o simplemente para mostrar que tengo pareja en las redes sociales, y al parecer éso me bastaba para pensar que no tenía relaciones superficiales. Finalmente siempre he seguido muy bién los "scripts" de las películas románticas que tanto veo y que me hacen creer que mi vida puede ser una de ellas.
Supongo que el no querer tener una relación superficial es muy distinto a ser capaz de tener otro tipo de relación. A mí parecer lo superficial no se debe medir en cuán física se torne la relación, sino más bién en el nivel de transparencia y entrega que se maneje entre las dos personas. ¿Qué tan superficiales han sido mis sentimientos?
Aunque ansío más que nadie tener la relación con la que siempre he soñado, debo dejar de pensar que estoy listo y empezar a trabajar en mí, para poder entregar lo que espero recibir de ella. Hasta el momento en el que realmente me ame por quien soy y por lo que siento podré ofrecer una relación al menos similar a la que he idealizado y dejar de hacerle daño a las personas que intentan hacer las cosas bién y que lo único que hacen es unirse al circo de mi vida, en el cual nunca sé en dónde estoy parado, porque siempre que tengo dudas de ello evito pensarlo..
Duele .. cuando abres los ojos y te das cuenta que en donde caminabas no había más que fuego, y que más grande que el daño que le has hecho a las personas, es el daño que te estás haciendo a tí mismo sin querer darte cuenta. Entonces, al final ¿quién se redujo a un simple objeto?, quienes intentaron involucrarse y llegaron a sentir una emoción, o quien jugó a intentar tener una relación y se alejó cuando había llegado el momento de volverse humano para sentir como ellos..
viernes, 24 de febrero de 2012
Blanco y negro

Recogí mi playera negra, subí a mi carro, y vine a mi casa.
Al entrar a mi habitación me dí cuenta que el color ya no existía, los dos colores que han inundado mi vida son exactamente aquellos que aún mezclandolos seguirán siendo el mismo gris que inunda mis días, algunos días de un tono y otros días de otro, pero jamas veo el color. No creo que mi personalidad refleje lo que para muchos representan ésos colores, no soy una persona infeliz, lo tengo todo. Pero cuán relativa puede llegar a ser la felicidad?
Me he distanciado tanto del patrón convencional de actuar y de pensar que en el primero que he dejado de creer es en mí mismo, dejé de creer que realmente puedo ser feliz, e incluso que merezco serlo.
Siempre he dicho que el negro y el blanco combinan con todo. Supongo que ahora me doy cuenta que no es así. El negro y el blanco no combinan con nadie.
Las emociones tienen colores.
La esperanza tiene colores.
El amor tiene colores.
Como humanos necesitamos algo de color, no para reflejarle algo a la sociedad, sino para reflejarnos algo a nosotros mismos. Para no dejar de creer y para aprender a ser genuinamente felices, con lo poco o mucho que tengamos.
jueves, 12 de enero de 2012
Un valor único.

Hace algunos años que ya había olvidado que existía un medio en el cual podía desahogar mis pensamientos y emociones, y siempre es bueno reencontrarlo.
La vida da muchas vueltas, como todos lo sabemos. La vida es dura.
Recordaré algo que ví hace unos cuantos días, justo cuando acompañé a mi madre a buscar materiales para las artesanías en las que ha estado trabajando..
Ella realmente emocionada me dijo:
- Mira ésos cuadros, son muy modernos, me encantan.
- Tienes toda la razón.
- Escoge los que te gustan, aprenderé a hacerlos y los colocaremos en la casa, justo al lado de las escaleras.
Algo tan simple me hizo darme cuenta de ésto. Los cuadros eran abstractos pues cada lado del marco estaba destruído, separado, inconcluso o uniforme, totalmente asimétrico. Sin embargo, rodeaba hermosos paisajes. Hace algunos años muchas personas habrían tirado sus marcos rotos, asimétricos, "imperfectos" ..
Creo que éstos últimos años no hice más que darme cuenta que no era el chico que creía llegaría a ser. No era el mejor estudiante, no era el mejor hijo, y mucho menos el mejor novio. Y el último golpe fue llegar a asimilarlo, y a resignarme, a no ser más que lo que sobró del Mario que alguna vez idealicé y que no existe más.
Así es. Ahora soy el Mario imperfecto. Y sigo encerrando ése maravilloso paisaje, en un marco cada día más abstracto y complejo. Talvez menos comercial pues no creo cumplir más con el perfil del chico ideal, y para ser honesto, me aburrí de vender dicha idea. Pero de algo estoy seguro, mi nuevo valor está en cada astilla que llena las maderas de mi marco, en cada clavo mal puesto, y uno que otro oxidado por un par de lagrimas.
Un valor único.
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